martes, 5 de enero de 2010

Una nueva década: Vigencia y Compromiso


y se acabó el año y la década anterior, entre celebraciones y balances salpicados de atisbos de reflexión ...
tiempos rápidos en la vorágine del consumo y la evasión , tiempos nuestros, tiempos que nos toca vivir y que nos llaman a la acción con los títeres en las manos y en el alma ...
En cuanto a los Títeres cerramos al año anterior con altos, bien altos y bajos demasiado bajos
los altos: hay mucha, muchísima actividad Titeril, no siempre de la mejor, pero allí está, los títeres tiene un lugar ganado en las carteleras artísticas, bueno está bien ... de Lima, y Lima no es el Perú (aunque se empeñé en creerselo), entonces allí va un primer gran bajo, el interior del país sigue desatendido por Títeres y titiriteros, se están haciendo cosas pero en una proporción muy pequeña y en pocos lugares, y a los Titiriteros de Lima aun nos pesa movernos hacia adentro donde hay una clamorosa necesidad de sembrar, desde luego con todo el esfuerzo y trabajo que toda siembra demanda. Entonces podemos hablar de una escena Titeril activa y creciendo pero en Lima, lo cual en un país tan extenso y diverso como el nuestro no es algo representativo; por ello mismo uno de los puntos positivos es el gran esfuerzo que están haciendo algunas personas y grupos en el Interior.
Siguen viniendo titiriteros extranjeros, creo que menos que el año anterior pero tampoco es para quejarse, eso airea y le aporta a nuestra escena tanto a tiriteros como público.
Los Titiriteros locales viajan más, los de siempre lo siguen haciendo pero hay otros que se van sumando y buscando rutas alternativas, lo cual hace que de a pocos empecemos a tener mayor presencia en el exterior y deje de pensarse que en Perú sólo existen Hugo e Inés.
En fin, se está haciendo, hay ganas, hay productos, hay logros, es una etapa muy activa y eso va sumando.
los bajos; cada vez se ve más lejos la posibilidad de organización de los Titiriteros peruanos, ¿será que creemos que no la necesitamos?, ¿será que nisiquiera pensamos en eso?, ¿ será que el crecimiento individual se contrapone al colectivo?, ¿será que simplemente no nos da la gana?, eso no está en nuestras agendas y por ello quizá es que los titiriteros seguimos en las mismas condiciones, con escasas o nulas opciones de capacitación especializada, con escasas posibilidades de accesoa bibliografía, con una situación laboral incierta, a merced de posibles atropellos de entidades públicas o privadas que no reconocen el valor de lo que hacemos, y más y más.
y títeres y titiriteros son parte de un entorno social entonces no podemos desvincularnos de ello, se viene el Ministerio de Cultura, probablemente (y ojalá me equivoque) una nueva gran mole de burocracia con todo lo que ello implica complicando en lugar de aportar, me cuesta confiar en lo oficial por ello aun creo firmemente en la necesidad de los cambios desde nosotros y en colectivo. Crece el autoritarismo alimentado por la corrupción institucionalizada y en las fauces del libre mercado se agudizan las desigualdades sociales, la calle lo grita mientras los medios de desinformación masiva se empeñan en mostrar lo contrario, los intereses individuales se imponen y con ellos el modelo de vida que proclaman, estamos al borde de una catastrofe ambiental, la globalización impone su cultura de supermercado y las grandes mayorías (convertidas sólo en cifras sin rostros) se ven aplastadas por la necesidad de sobrevivir, la tecnología ocupa el lugar de la familia, de la comunidad y secuestra a nuestros niños lavándoles el cerebro mientras les implanta un chip en lugar de alma ...
tiempos difíciles, duros, demandantes que hacen quizá más que nunca vigentes y necesarios a los Títeres y otras formas de arte, construyendo con ellos espacios de lucha y resistencia, aportando de a poquitos y viendo lo valioso de ello, mostrando que la magia existe , que se desprende de nuestras manos, de nuestros labios, de nuestros ojos... sintiéndonos parte de algo, asumiendo los compromisos e implicancias de ser artistas, vinculandonos con nuestro entorno social y con las causas de estos tiempos, no traficando nuestro arte, no poniéndolo al servicio de intereses mezquinos, no convirtiéndolo en entretenimiento vacío, no amordazándo a nuestros títeres que tienen mucho por decir, que quieren gritarlo pero para ello nos necesitan ...
tiempos sombríos estos, pero también luminosos, tiempos de cambio y de resurgimiento ... tiempos de RESISTENCIA ...

martín molina
Tárbol teatro de títeres



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