martes, 11 de noviembre de 2008

Los Títeres a la conquista de la Calle

Este último fin de semana iniciamos con el Colectivo Anaracos un proyecto que se va gestando y tomando forma en la calle, la misma calle que es el objetivo del proyecto, que es devolver a los títeres a la calle, a su espacio por excelencia y ahora en Lima, ya veníamos haciendo incursiones esporádicas pero ahora la intención es darle continuidad y a través de nosotros u otros compañeros generar presencia del Teatro de Títeres en las calles, si el público no va al teatro entonces nosotros vamos a ellos,
La intención de esto no es compertir ni quitarle público a las salas o espacios teatrales, de ninguna manera y todo lo contrario, la idea va más bien por el lado de llegar al público que no conoce y por tanto no "consume" teatro de títeres, llegar a aquellas personas que no tenían intención alguna de ir al teatro para ver Títeres, mostrarles lo que éstos pueden ofrecerles e informarles que así como en la calle también en los teatros encontrarán títeres y que son experiencias diferentes, motivándolos para acudir a las salas;
además de esto buscamos también reinvindicar la dignidad del trabajo de los titiriteros callejeros, deslindando con la mendicidad (a la que podría asociársele) y mostrándolo más bien como una forma de difusión artística independiente y autogestionaria, la gestión del arte por el pueblo mismo a través de la dignísima gorra.
Nos espera un arduo trabajo obviamente, hay que lucharla en los espacios públicos para ser aceptados y no desalojados, hay que educar al público para que nos vea como artistas y no como mendigos, y quien sabe cuantas cosas más que se presenten en el camino pero aquí estamos ya con los dos pies en medio del camino y dispuestos a recorrerlo y disfrutarlo, una vez más la Pachamama nos mostrará la ruta y nosotros gustosos nos embarcaremos en la aventura ...

Las primeras Incursiones:
Sábado 08 de Noviembre: Participamos Tárbol y Pepito Ron, fuimos a la Feria Nacional de Artesanos del Campo de Marte en Jesús María, allí hay un escenario para presentaciones artísticas generalmente musicales y también de cómicos ambulantes; allí decidimos llevar los títeres, pedimos autorización en la Feria y la administración nos acogió, el encargado de los espectáculos es un niño, que no creo pase de los 12 años pero que asume con total responsabilidad su trabajo, él instala los equipos de sonido y programa las presentaciones; hay un tabladillo pero preferimos la pista misma para desde allí tener un mejor contacto con el público.
Nos presentamos a eso delas 4 de la tarde, regular cantidad de público pero eso sí muy entusiastas, al encargado le gustó el trabajo y nos invitó para volver el domingo, la gorra escasa, no tanto como en Huancayo, pero si con muchas monedas amarillas de esas de 10 y 20 céntimos, algunas blancas y una sólo una de ambos colores, de 2 soles, no es que esto sea el objetivo principal pero es un termómetro del valor que el público le da al trabajo y de como asume la gorra, por allì se ve cierta expresión de fastidio cuando nos aceramos con la gorra o cuando depositan la moneda pero bien que se quedan toda la función y la disfrutan, y entre este monton de pequeñas moneditas una blanca muy pequeñita, de un céntimo, aquellas que nunca tuvieron valor pero ahora menos aun...un bromista de esos que no faltan pero en estas circunstnacias si que puede ofender; para evitar/contrarrestar esto y como parte del componente pedagógico del proyecto,en tanto formación del público, es que intercalamos nuestro trabajo con alcances y reflexiones de porque hacemos esto, del papel e importancia del arte para la comunidad, de la carencia de políticas culturales y del papel que juega ante ello el apoyo del público
Domingo 09 de Noviembre: Volvimos a la misma feria pero más temprano por indicación del niño encargado quien nos comentó que a esa ahora había más público, nos instalamos cerca de la una y treinta de la tarde, y efectivamente esta vez hubo más público que el día anterior pero sobretodo almorzando en el restaurante callejero de comida típica que es parte de la feria; desde el inicio tuvimos mayor público que el día anterior y con una mejor gorra, está vez participaron Pepito Ron, Tárbol y la Polilla, buena experiencia pero aquí aun no se logra una adecuada conexión con el público, la distancia quizá influya pues aunque actuamos en la pista, la ubicación del equipo de sonido nos obliga a estar delante del tabladillo y la flojera del público lo ancla a la vereda donde se sientan, lo que deja varios metros de pormedio entre ambos ... igual disfrutamos la experiencia , luego de nosotros subió al escenario estrellita una niña de 6 años que baila música andina, después de ella un grupo de artistas que hacen danzas de la selva y nosotros partimos a otro punto
A continuación de la feria está instalada un área de juegos mecánicos con regular afluencia de público, probamos allí pero no nos permitieton instalarnos pues aducen que pagan a la Municipalidad para estar allí y obviamente nosotros seríamos comepetencia, así que partimos hacia el parque mismo, el Campo de Marte, que hoy está lleno de gente, y se siente una atmósfera diferente, está vivo, liberado, le han quitado la reja lateral (esa terrible costumbre de los alcaldes de enrejar parques) y eso facilita el acceso del público, hay por todos lados niños jugando, parejas haciéndose arrumacos, familias completas paseando o tomando sol sobre el césped, amigos jugando voley también sobre el césped y serenos municipales vigilando, lo raro de esto es que no limitan la actividad del público ... ¡¡Buenísimo!!! se siente otra energía en este parque, nos adentramos más y en el centro está ya culminando una feria de juegos con carpas, junto a ellos unos malabaristas, pensábamos trabajando pero no, ellos sólo entrenan, Ruddy de la Polilla saca a Urpi (un títere andino de hilos) y el sólo posarlo en el piso atrae un grupo de personas de diversas edades, Pepito Ron incorpora a Divertino que también baila , y se une al grupo Sayaka, una malabarista ecuatoriana de paso por Lima, ya hay alrededor una buena cantidad de público y el sereno que da vueltas no nos desaloja entonces mientras ellos continúan con los suyo yo armo el teatrín a un lado, una vez listo culminan los bailes y malabares pasa la primera gorra y me ceden al público al que pedimos se reoriente hacia nosotros y ávidos ellos al instante los tenemos a centímetros del teatrín muy pero muy entusiastas, los niños se sientan en la vereda adelante en varias filas y tras ellos un grueso grupo de adultos, y con ellos Toby presenta nuestra versión de "Juancito y María" que llamamos "María y Juancito" (todo tiene una razón) fue una función apoteósica, maravillosa, plena, con el público conectadísimo, no hicieron falta equipos de sonido para llegar a ellos y su energía eleveba la obra todo el tiempo, era un público muy participativo pero respetuosísimo al mismo tiempo y fue creciendo y creciendo, al culminar la obra alrededor teníamos muchísima gente que tras la segunda gorra con su respectivo discurso se mantenían en sus lugares y coreaban fuertemente "otro, otro, otro", y teníamos más que darles así que salió Urpi a darse otro bailecito pero como no teníamos música le pidió al público que le cantara una canción para bailarla así que les enseñó "limoncito verde" (el alegre santiado que trajimos de Huancayo) y que bien respondió el público cantando a todo pulmón, y al terminar quería más, así que salió Pepito Ron con la ratita y el reciclador que también generó una estupenda respuesta del público con los niños sobretodo involucradísimos en la historia.
En conclusión fue una experiencia inolvidable, la mejor que hemos tenido hasta ahora incluídas las intervenciones en el valle del Mantaro y en Lima Norte y Sur, quedamos felices al final de la jornada mientras repartíamos la nutrida gorra, he de confesar que yo me sentía doblemente feliz, pues lo de hoy no sólo fue un hallazgo sino fue cumplir un sueño que me tenía pendiente desde mis incios de titiritero, desde ese entonces quería presentarme en el campo de marte y hoy al fin lo cumplí y de que manera, sin duda volveremos
Cabe resaltar que no nos desalojaron, lo que era lo esperable, así que o tuvimos suerte o hay que felicitar al alacalde de Jesús María por permitir y respetar el arte callejero, eso ya lo descubriremos en incursiones posteriores
Un hecho anecdótico es que esta incursión fue en el campo de Marte, que no está dedicado al planeta vecino, sino al dios de la guerra y en el Centro del Mismo hay una estatua en la que se recuerda la "Victoria" en la guerra con Ecuador de 1941 (¿se puede ganar en una guerra?¿qué se gana? ¿quienes ganan?), bueno el hecho es que esta hermosa tarde nos acompañaba y compartió escenario y gorra con nosotros Sayaka una jóven malabarista ecuatoriana que admite estar feliz en Perú y amarlo como a su gente menos a esa estatua en que se representa a sus compatriotas caídos, entre nosotros no había una pizca de rencillas o enemistad, ni menos recuerdos de una guerra que no fue nuestra, esto nos demuestra una vez más que el arte nos hermana y que las guerras no son de los pueblos sino de los grupos de poder que las "pelean" desde sus oficinas.
martín

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